
Carlos J. García: La propuesta de nueva constitución prácticamente deja sin cambios los objetivos y la administración del Banco Central
En un artículo publicado en la revista Observatorio Económico de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) el investigador del CiPP de la UAH, Carlos J. García, entrega su opinión de cómo define la administración y rol del Banco Central la nueva propuesta de Constitución.
“La propuesta de la nueva constitución política prácticamente dejó sin cambios los objetivos y la administración del Banco Central de Chile”, señala el investigador del Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas (CiPP) de la Universidad Alberto Hurtado (UAH), Carlos J. García, a pocas horas de que 15,4 millones de chilenos votarán A favor o En contra de la iniciativa de nueva Carta Fundamental,
El académico de la Facultad de Economía y Negocios de la UAH cuestiona la conformación del Consejo del Banco Central afirmando que se requiere de una rotación más alta de todas las autoridades que toman las decisiones de política monetaria, estabilidad financiera y administrativas para fortalecer la autonomía y los vínculos con la democracia, “La administración del Banco Central, en esta nueva propuesta, claramente, retrocede respecto de la anterior: el consejo sigue siendo de cinco consejeros, manteniendo el tiempo de duración del cargo en 10 largos años”, sostiene García.
El economista plantea que nuevamente se le asigna por objetivo al Banco Central velar por la estabilidad de los precios y el normal funcionamiento de los pagos internos y externos. “En otras palabras, establece nueva y erróneamente que el bienestar de la población es sinónimo de estabilidad de precios. No hay duda de que una inflación baja es valorada, basta con recordar las crisis de Argentina y Venezuela, pero esto depende la situación que enfrente el país”, recalca el docente.
Para el investigador del CiPP el pleno empleo, concepto económico que hace referencia a una situación donde la totalidad de la población activa de un país se encuentra trabajando, no está claramente definido como una tarea irrenunciable a diferencia de lo que se observa en los bancos centrales de países desarrollados como Nueva Zelandia, Canadá, Noruega, Australia, etc. “No queda bien definido, no es un objetivo per se y, perfectamente, el objetivo de pleno empleo puede sacrificarse si los consejeros así lo definen sin responder a nadie, ni nada. Así, de nuevo, el objetivo de pleno empleo no está propuesto claramente como sí es definido abrumadoramente en otros bancos centrales de países desarrollados”, subraya García.
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