
La recuperación económica y la política fiscal expansiva
En caso de crisis la población demanda repetidamente una política gubernamental más activa para recuperar el pleno empleo y los gobiernos se esfuerzan por satisfacer estas demandas. “Una política fiscal expansiva aplicada de forma precisa resultaría ser una respuesta más valorada por la población para hacer frente a una perturbación de origen externo y volver así rápidamente al pleno empleo más que usar simples reglas que garanticen el cumplimiento de objetivos limitados como la inflación o el control de la deuda, aunque éstos sigan siendo necesarios para garantizar la estabilidad a medio y largo plazo”, así lo explica Carlos J. García, investigador del Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas (CiPP) de la Universidad Alberto Hurtado, quien publicó un artículo en la revista Observatorio Económico analizando los resultados del estudio “Cuando se valora la recuperación económica: un caso de Política Fiscal Expansiva en economías abiertas” de los autores Carlos J. García y Wildo González de la UAH junto a Gabriel Valenzuela del Instituto Nacional de Estadísticas.
En este trabajo se exploró si el aumento del gasto fiscal se reutiliza como subsidio para impulsar el gasto privado y si la recuperación económica producida por la política fiscal es valorada por los hogares e incluida en sus preferencias. Estas condiciones, según el estudio, operan en conjunto, es decir, ninguna de ellas basta por sí sola para lograr la recuperación económica. “En la medida en que las subvenciones ayudan a mantener la inversión privada y el consumo de los hogares restringidos, la valoración de la recuperación del consumo de los hogares optimizadores impulsa este gasto y viceversa. Se muestra numéricamente para distintos casos que es este mecanismo conjunto el que asegura una recuperación rápida de la economía”, comenta García.
Un aporte crucial del estudio es establecer que el supuesto egoísmo, pieza central en la literatura económica más ortodoxa, no necesariamente se cumple en una crisis. Generalmente se plantea que las acciones colectivas se producen si y sólo si los individuos reciben algún beneficio. Sin embargo, existe evidencia desde la neuroeconomía, que apoyaría la relevancia de un componente social relacionado con la valoración de pertenecer a un grupo, tener redes y evitar el ostracismo. “En una economía en la que los agentes pueden estar totalmente asegurados, la preocupación por los demás agentes se deja en manos de los seguros, y las preferencias egoístas serían adecuadas. Sin embargo, en ausencia de dicho seguro, aparecen conceptos como la reciprocidad y la aversión a la inequidad”, explica el experto.
Puedes leer el artículo en el siguiente enlace: https://fen.uahurtado.cl/2023/noticias/revista-observatorio-economico-no-177/
Analiza los detalles del estudio en el siguiente enlace: https://fen.uahurtado.cl/wp-content/uploads/2023/05/ILADES-UAH-Working-Paper-No-343.pdf