
Cristóbal Madero, investigador CiPP y académico UAH, “Lo espiritual, esa dimensión que no le es ajena a nadie, dialoga con la educación y no a un nivel abstracto, sino que en términos de política educativa”.
Cristobal Madero, investigador CiPP y académico UAH fue entrevistado por el equipo CiPP para conocer sobre el documento “Educación y Espiritualidades en una Nueva Constitución” que él junto a un grupo de educadores de diferentes religiones y credos entregaron a la ex presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncón. Quisimos conocer cuáles fueron las motivaciones de este grupo y cómo se gestó la idea de elaborar este texto y presentarlo ante la Convención Constitucional. ¡Conoce aquí sus opiniones!
Un grupo de educadores representantes de diferentes religiones y credos elaboró el documento “Educación y Espiritualidades en una Nueva Constitución” que fue presentado a la ex Presidenta de la Convención Constituyente, Elisa Loncón, quien lo dio a conocer al resto de los convencionales el 20 de diciembre pasado. El documento contiene las conclusiones obtenidas luego de analizar veintidós constituciones de diferentes países con el objetivo de encontrar en ellas la relación entre dos conceptos fundamentales para una sociedad: el sistema educativo y el ámbito espiritual, entendido éste como la religiones, las cosmovisiones y las espiritualidades seculares.
En las constituciones analizadas el tratamiento del tema de la religión, las cosmovisiones y la espiritualidad no es uniforme. Los países europeos y de raigambre anglosajona tienen más desarrollados los aspectos de lo religioso y lo espiritual en sus constituciones. En las latinoamericanas, por su parte, el énfasis está mucho más orientado hacia la consagración de su propia multiculturalidad y, por lo tanto, el reconocimiento de la espiritualidad de los pueblos originarios.
El investigador del Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas de la Universidad Alberto Hurtado (CiPP), Cristóbal Madero, señala que en un principio comenzó a funcionar en la Facultad de Educación un grupo que analizaba la educación religiosa en Chile y que posteriormente a raíz de la instauración de la Convención Constituyente optaron por hacer una discusión más amplia. “Se nos ocurrió invitar a un grupo más grande al cual llamamos Educación y Espiritualidades”, dice el académico.
Madero, afirma, que lo interesante del grupo que preparó este informe fue su diversidad ya que eran personas de diferentes religiones y credos pero que tenían en común el trabajar en el área de la educación y coincidían en que lo que se diga sobre el área en la nueva constitución no puede estar alejado del componente espiritual. “Chile es un país laico y cada día se va secularizando más rápido y el tema público no es cómo salvamos las religiones (con las cuáles sin duda la sociedad se enriquece), sino que cómo lo espiritual, esa dimensión que no le es ajena a nadie, dialoga con la educación y no a un nivel abstracto, sino que en términos de política educativa”, puntualiza Madero.
El académico señala que el interés de la ex presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncón, tanto en su vida académica como el compromiso con su pueblo y todo lo que ello conlleva, apareció como una gran alternativa para presentar el documento. “Más allá de la disciplina lingüística, como mapuche ella está preocupada de estos temas y nos pareció super pertinente poder hacer una presentación y crear este documento”, argumenta Madero.
El investigador del CiPP, relata que le entregaron el documento a Elisa Loncón y ella lo expuso ante al pleno de la Convención desde la presidencia. “Nosotros queríamos presentar pero no salimos elegidos. Sin embargo, creo que finalmente esto fue mejor porque ella lo promovió desde adentro”, señala el docente.
Documento elaborado por un grupo diverso.
En la elaboración de este trabajo participaron personas provenientes de diferentes credos y religiones, eso es para Madero un reflejo de lo que es el Chile actual, donde hay una gran diversidad de miradas, al igual que al interior de este grupo donde participaron budistas, judíos, mapuches, católicos, etc. “Era súper importante para nosotros poder tener un grupo amplio y ponernos de acuerdo en algunos mínimos y nos dimos cuenta de que eran más que mínimos”, enfatiza Cristóbal Madero.
El académico destaca la participación de la profesora Silvia Calfuqueo, que ejerce la docencia en la comunidad de Llaguepulli, conocedora de la cosmovisión, idioma y cultura mapuche, quien los impulsó a mirar otras cosmovisiones no tradicionales. “Nos obligó a todos a abrirnos, a salirnos de religiones tradicionales y nos hizo muy bien y salió un documento que nos aúna en temas comunes como la idea de que las personas tienen derecho a vivir una espiritualidad y formarse en ella”, destaca el docente.
Madero, afirma que el documento no busca unificar a todos en una espiritualidad sino que exista un resguardo de las espiritualidades como derecho, de modo de garantizar el respeto y desarrollo de todas las expresiones religiosas y espirituales, sin discriminación alguna, como componente esencial de una sociedad plural y democrática, garantizando el derecho a desarrollarla libremente y tener el derecho a vivir la espiritualidad propia y colectiva, y poder expresarla encontrando espacios para ello en un sistema educativo plural.
En el documento entregado se afirma que la educación contribuye de manera sustancial al desarrollo de toda persona a lo largo de su vida, pero de manera especial durante la niñez y la adolescencia y que es por lo tanto clave en la construcción de una sociedad que aspira a un proyecto colectivo diverso y plural.
También se señala, que la espiritualidad puede ser formada y que esto es beneficioso para el crecimiento y fortalecimiento de una sociedad con mayor conciencia de sí misma y ayuda a dar respuesta a las grandes preguntas que se formulan en el contexto educativo.
Aquí puedes descargar el documento completo que fue entregado a la Convención Constitucional.