En los programas presidenciales no se plantea realizar cambios estructurales a la educación técnica

noviembre 2021

Paola Sevilla y Leandro Sepúlveda, investigadores CiPP y académicos UAH: En los programas presidenciales no se plantea realizar cambios estructurales a la educación técnica”

Los programas de los candidatos presidenciales no abordan en forma profunda el tema de la formación técnica en Chile y siguen viéndola como algo anexo a la educación general escolar y post secundaria. Ninguno plantea cambios estructurales y solo expresan mejorar aquello ya existente, sin cuestionar o proponer nuevas alternativas respecto a, por ejemplo, el lugar de la educación técnica en la enseñanza media, o el tipo de institucionalidad necesaria para favorecer un sistema integrado en función a políticas de desarrollo a nivel nacional o regional.

Estas son algunas de las conclusiones a las que llegaron los investigadores del Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas de la Universidad Alberto Hurtado (CIPP), Leandro Sepúlveda y María Paola Sevilla, luego de analizar los programas de los candidatos presidenciales.

Paola Sevilla señala que hay una visión acotada de la educación técnica y que se restringe al espacio educativo, sin conectarla con la formación que acontece en el mercado laboral, en la formación de oficios, capacitación y certificación de competencias laborales. “Creo que esa es una falla que está presente en todos los comandos”, dice Sevilla.

La especialista agrega que entre Yasna Provoste, Sebastián Sichel y Gabriel Boric hay un consenso en impulsar la educación técnica de nivel superior a través de los Centros de Formación Técnica estatales, política heredada del segundo gobierno de Michelle Bachelet. “Sichel es partidario de impulsar estos CFT manteniendo el esquema de financiamiento actual a la educación técnica superior enfocado a la demanda, donde las instituciones reciben los recursos, ya sea por gratuidad o por otra vía en función de alumnos matriculados. En cambio, Boric y Provoste proponen la transformación del esquema de financiamiento que son los basales y, de esta manera, ellos proyectan potenciar estos centros estatales para su articulación con las necesidades socio productivas de sus regiones” puntualiza Sevilla.

Para Leandro Sepúlveda, este tema es relevante porque los CFT estatales están recién iniciándose y en la actualidad hay una alta concentración de matrícula en CFT e institutos profesionales que son privados. “Al plantear este tipo de financiamiento vemos un reforzamiento a instituciones que son estatales pero que hasta el momento no tienen incidencia significativa en la matrícula porque hay muy pocos y están recién en proceso de instalación; su desafío es lograr consolidar propuestas relevantes en los territorios y en vínculo con las iniciativas de desarrollo local o regional”, destaca el académico.

Por su parte, la docente afirma que uno de los aspectos en que avanzó el actual gobierno en torno a los centros de formación técnica es el marco de cualificaciones. Este es un instrumento que permite incorporar las necesidades del sector productivo en la oferta curricular de las instituciones. “Sebastián Sichel y Yasna Provoste rescatan este instrumento en sus programas y se ve una continuidad en ciertos aspectos que no se ve en el programa de Boric”, concluye Sevilla.

Otro de los aspectos que menciona Paola Sevilla es que en el programa del candidato del Pacto Apruebo Dignidad se observa un discurso que se esfuerza en superar el uso instrumental de la educación técnica dirigida a la consecución de un puesto de trabajo. “En general la educación técnica es asociada con la preparación de mano de obra calificada para un puesto de trabajo y el programa de Boric, por lo menos discursivamente va más allá, alejándola de esta perspectiva y abogando por una formación mucho más integral y en función de un crecimiento sostenible”, sostiene la especialista.

En tanto, el académico Leandro Sepúlveda señala que no se puede pensar en la formación técnica sin integrarla dentro del sistema educativo general y que lo que se observa en estos programas presidenciales es la dificultad de cuestionar el sistema educativo en su conjunto desde la perspectiva de la educación técnica. En el caso del programa de Boric, señala el investigador, hay un aspecto destacable: concebir el modelo de educación técnica de enseñanza media como el inicio de una trayectoria educativo-laboral que puede tener múltiples alternativas. Eso es importante porque permite concebir la educación técnica no como un pie forzado hacia un tipo de especialidad en particular, sino que como una alternativa amplia que el propio estudiante, a lo largo del tiempo, puede desarrollar.

Paola Sevilla comenta que en la actualidad la educación técnica se ve muchas veces afectada por los sesgos de género que perjudican a las mujeres y destaca que el único programa presidencial que aborda esta temática es el del Pacto Apruebo Dignidad. “Boric habla acerca de la importancia de que las mujeres puedan ser formadas en carreras masculinizadas que en general son las que tienen mejores perspectivas laborales”, destaca la académica.

En la misma línea, Leandro Sepúlveda, señala que en el programa del candidato de Chile Podemos Más, Sebastián Sichel, se habla de crear oportunidades de emprendimiento para mujeres, lo que muestra también un sesgo de género. “Al enfatizar en una salida laboral de tipo emprendimiento significa reconocer las dificultades de inserción de las mujeres en puestos de trabajo y el implícito es que a las mujeres le va a costar más y, por lo tanto, lo que deberíamos apoyar son sus emprendimientos individuales”, cuestión que puede significar una contrapolítica de integración laboral puntualiza el investigador.

En los programas presidenciales no se hace mención a los docentes que trabajan en la formación técnica que son profesores diferentes a los del sistema escolar porque su vía de ingreso no es a través de las carreras de pedagogía. Es un estamento que tiene una alta tasa de rotación y muchos de los docentes actuales están envejeciendo. “Si se ha anticipado que faltarán docentes en el sistema escolar en la educación técnica esto es aún más crítico”, advierte Paola Sevilla.

Leandro Sepúlveda acota que en la propuesta de Boric hay un tema que le llamó la atención y que puede ser cuestionable: Vincular la oferta curricular técnico profesional con los programas de integración educativa; en el fondo, de la manera en que está planteado podría entenderse a la educación técnica como una alternativa de apoyo a los alumnos que tienen necesidades educativas especiales. El docente señala que en diversos actores del mundo educativo existe la idea que todo aquel individuo que no puede seguir el ritmo de una exigencia academicista tendría “la alternativa” de recurrir a la formación técnico profesional, lo que constituye una distorsión del sentido último de este tipo de educación.

Paola Sevilla recuerda que la propuesta de Yasna Provoste sobre la creación de un centro de desarrollo para la formación técnico profesional y una agencia nacional de cualificaciones es una política que viene desde el segundo gobierno de Michelle Bachelet. “Crear estas estructuras es un paso necesario, pero creo que propuestas como estas han estado presentes desde hace muchos años y no es novedad”, recalca la especialista.

En relación con el programa de José Antonio Kast los académicos observaron que éste se refiere a la educación dual y que señala que va a vincular los centros de formación con las universidades regionales. “No menciona a los centros de formación técnica ni a los institutos profesionales, y habla solo de las universidades regionales; más allá de esto, su propuesta apunta mayormente a “desmantelar” las reformas desarrolladas en los últimos años, enfatizar en el principio de elección educativa por parte de los padres y fortalecer un modelo educativo que enfatice en aspectos “valóricos” sin precisar a que hace referencia, pero que se intuye en un sesgo de conservadurismo religioso”, comenta Sepúlveda.

Los especialistas plantean que tanto Eduardo Artes como Franco Parisi no se refieren a la educación técnica en sus programas presidenciales. Agregan, que el candidato del Partido Progresista, Marco Enríquez Ominami hace un breve comentario haciendo un diagnóstico sobre el debilitamiento o freno del mercado laboral. Además, expone un cuestionamiento a la exacerbada oferta profesional que hay en la educación superior y resalta la importancia de una oferta técnica para formar a nuevos trabajadores. Lo que le parece interesante a Leandro Sepúlveda, aunque no ahonda en este punto en su propuesta.

¿Qué recomendación plantean a los candidatos?

Una primera idea que plantea Leandro Sepúlveda es pensar en una reforma a la enseñanza media, algo que nadie aborda. “Es necesario pensar que una educación técnica acorde al tiempo actual y no desde una visión rígida de salida temprana al mundo del trabajo, debería ser una opción que tienen las personas entre múltiples alternativas, porque una de las características del mundo actual es el constante cambio y readecuación de los sujetos a esa realidad. Entonces, un sistema educativo técnico profesional que es muy rígido no es funcional al mundo actual”, argumenta Sepúlveda.

Finalmente, Paola Sevilla, afirma que hay un gran valor de la educación técnica que tiene que ver con la inclusión de estudiantes de todos los estratos sociales, pero que este atributo podría quedar en entredicho porque sería acosta de la equidad de género. “Nosotros sabemos que las mujeres de menor nivel socioeconómico son las que se han incorporado a tasas crecientes en la ETP superior, pero mayoritariamente en aquellas carreras que las llevan a ciertas posiciones en el mercado laboral con muchas más desventajas que los hombres contribuyendo a las brechas de género en el mercado laboral”, sentencia la académica.